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La batalla de la verdad

Desinformación en Asia (parte 1)

16 April 2019

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Los gobiernos de Asia, concretamente los de Tailandia, Indonesia, Japón, Filipinas y la India, están considerando cuál es la mejor opción para abordar el problema de la desinformación en las redes sociales, especialmente a medida que se van realizando los preparativos para las cruciales elecciones de 2019.

Sin embargo, los supervisores creen que las estrategias y los índices de éxito al combatir este problema varían de forma considerable. La batalla contra la desinformación y las informaciones falsas en la red se intensifica todavía más por la ausencia de unas democracias plenamente desarrolladas en la región.

El Dr. Masato Kajimoto, profesor de periodismo en la Universidad de Hong Kong y coautor de las Information Disorder in Asia [Irregularidades en las transmisiones de información en Asia], explica que las medidas legales que han adoptado contra las “noticias falsas” no sirven de nada, ya que se han creado en el seno de una política inestable. Asegura que Tailandia e Indonesia presentaron o hicieron cumplir leyes contra la desinformación que podrían utilizarse de forma inapropiada para silenciar a la oposición.

Mientras tanto, confirma que países como Japón y Filipinas han adoptado más bien un “enfoque no intervencionista” respecto al problema. Según Kajimoto, esto se debe a que, en primer lugar, la gravedad y el impacto de la desinformación en las redes sociales no supone una gran relevancia y, en segundo lugar, el gobierno quiere mantener su propio flujo constante de propaganda en línea.

“Debemos seguir esforzándonos para tratar de abordar este problema, pero, primero se necesita una mayor libertad en toda la región”, declaró Kajimoto a Global Ground Media. “En Asia, todavía no hay mucha democracia, ni una libertad de prensa plena. En general, soy pesimista sobre el futuro de la lucha contra la desinformación en la región, porque la libertad de expresión siempre se controla, ya sea de una forma u otra”.

Criminalización de las “noticias falsas”

Según un estudio realizado en 2018 por académicos de la Universidad de Oxford, a nivel global, al menos 30 países han intentado adoptar medidas legales contra la desinformación en la red desde 2016.

Los investigadores descubrieron que el uso de robots automatizados en las redes sociales, diseñados para influir en el resultado electoral, está aumentando a nivel internacional. Concluyeron que, de forma previa a las elecciones, es necesario tomar más medidas para fortalecer las directrices nacionales de algunas democracias, ya que no tiene sentido esperar a que “los tribunales nacionales resuelvan los aspectos técnicos de las infracciones después de la celebración de las mismas. Ahora, la protección de nuestras democracias significa establecer unas reglas de juego limpio antes del día de la votación y no después”. Sin embargo, en Asia, donde aún suelen ser inestables, el cumplimiento de tales reglas sigue siendo un gran desafío, ya que tanto los dictadores como los pseudo-dictadores, que deberían cumplir con las directrices, rara vez van a ser castigados por ignorarlas.

En un correo electrónico dirigido a Global Ground Media, el académico de Singapur James Gomez, fundador de un centro asiático sin ánimo de lucro basado en Bangkok llamado “think tank Asia Centre”, considera que algunos estados miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) han utilizado el aumento de la desinformación en línea como excusa para atacar a los partidos de la oposición. Argumenta que, al establecer los grupos o agencias de trabajo para monitorizar el discurso en la red, convocar comparecencias de comités selectos y proponer nuevas leyes o revisiones, los gobiernos intentan limitar la libertad de expresión. “Los intentos de los gobiernos para contrarrestar las noticias falsas son desproporcionados y han creado un completo efecto inhibidor sobre la libertad de expresión y la autocensura”, explica.

Gómez cita el ejemplo de Malasia, donde se aprobó un proyecto de ley contra las noticias falsas en abril de 2018 justo antes de las elecciones generales. De hecho, se diseñó para “moldear y manipular la discusión en línea a favor del gobierno de Najib Razak durante el período electoral”, declaró. “[El proyecto de ley] contiene una definición amplia y vaga de las noticias falsas y se aprobó sin un debate general ni deliberaciones”.

“Aunque los gobiernos [de la ASEAN] afirman que han presentado medidas para afrontar las amenazas de violencia o de desórdenes públicos antes o después de las elecciones, parece que los objetivos consisten en desacreditar a la oposición y a la sociedad civil, y manipular la discusión en la red. También es posible que se busque evitar las críticas a las instituciones públicas y corruptas”, añade.

Article by Rachel Blundy.
Editing by Mike Tatarski and Anrike Visser.
Illustrations by Imad Gebrayel.

Read part 2 and part 3 of this series on disinformation.

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