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Las instituciones de microfinanzas están creciendo rápidamente, lo que ha reavivado la inquietud ante el gasto excesivo.
En 2006, los suicidios cometidos por deudores de microfinanzas en el distrito de Krishna (estado de Andhra Pradesh) marcaron el inicio de los problemas relativos a los microcréditos en la India. La crisis de Krishna se ha agravado de forma vertiginosa en 2010, y se ha extendido a otras partes de Andhra Pradesh.
Se puede definir a las microfinanzas como el préstamo de pequeñas cantidades de crédito dirigido a personas con pocos recursos y sin aval. Gracias a los alardes por las excelentes tasas de reembolso, se convirtió en una oportunidad de inversión y creció a un ritmo frenético en la India durante el año 2000.
Entre 2008 y 2009, la cartera de préstamos de las instituciones microfinancieras (IMF) creció hasta alcanzar una tasa vertiginosa del 97 por ciento en la India. Una avalancha de deudores que se suicidaron en 2010, más de 80, unida a los impagos masivos, “reventó la burbuja de los microcréditos“.
Cerca de 9,2 millones de deudores en Andhra Pradesh eludieron los préstamos. La crisis de los microcréditos se llegó a comparar con las financiaciones de alto riesgo en Estados Unidos, es decir, con las responsables de desencadenar la crisis financiera mundial en 2008.
Signos de preocupante crecimiento
Los datos de la Red de Instituciones Microfinancieras (MFIN, por las siglas en inglés), una importante asociación relativa al sector de los microcréditos en la India, indican que el sector está creciendo de nuevo.
Tras la crisis de 2010, las IMF se vieron obligadas a frenar la expansión. Los préstamos bancarios a las IMF se agotaron, y, además, aumentaron los créditos impagados. En octubre de 2010, el gobierno de Andhra Pradesh aprobó un decreto, que se convirtió en ley ese mismo año. Este impuso varias restricciones a las IMF, como la limitación de las prestaciones múltiples e incontroladas y normativas para regular los métodos empleados para recuperarlas. Sin embargo, el crecimiento se reanudó cuando las IMF y las Compañías Financieras No Bancarias (NBFC, por las siglas en inglés) registraron un aumento del 84 por ciento en las financiaciones pendientes durante 2015-2016, en comparación con el año anterior.
El crecimiento se desaceleró rápidamente durante la desmonetización de la economía india en noviembre de 2016. Se prohibió usar billetes de 500 y 1.000 rupias, lo que provocó graves contratiempos en la cartera bruta de préstamos y en el número de clientes. El crecimiento interanual de las NBFC-IMF era solo del 25 por ciento en el período de 2016-2017, mientras que la industria de los microcréditos en su totalidad creció solo un 26 por ciento.
Después de ese corto retraso causado por circunstancias externas, parece que el crecimiento vuelve a la normalidad, con un 50 % de incremento en las entidades NBFC-IMF durante 2017-2018 y un 47 % de subida durante 2018-19, según los últimos datos de la MFIN.
Las IMF y las NBFC son las mayores proveedoras de microcréditos con un 37 por ciento, y los bancos ocupan el segundo lugar con un 32 por ciento. Así lo indica el informe Micrometer de la MFIN a fecha de 12/2018.
Los 56 miembros de las NBFC-MFI constituyen más del 90 por ciento del sector de microcréditos en la India. Además, excluyen a los grupos de autoayuda (SHG, por las siglas en inglés) que reciben préstamos de los bancos.
La reanudación del crecimiento ha provocado una incertidumbre en los expertos, los cuales siguen preguntándose si las viejas prácticas de gasto excesivo se han extinguido realmente.
Supervisión de la normativa después de la crisis
La crisis de los microcréditos en 2010 hizo que el Banco de Reserva en la India (RBI, por las siglas en inglés) interviniera y regulara el sector de forma más estricta. En el informe del comité Malegam de 2011, se creó una nueva categoría de empresas financieras no bancarias (NBFC-IMF), para regular la forma en la que las NBFC participaban en las microfinanzas.
El comité estableció las pautas para evitar los préstamos múltiples, el gasto excesivo y los “deudores fantasma”, en cuyo caso otras personas distintas al beneficiario real reciben créditos.
También se repitió lo que constituye un método represivo para recuperar los préstamos. Por ejemplo, se empezaron a cobrar pagos semanales en lugar de mensuales, a pesar de que el RBI permite oficialmente los reembolsos de forma semanal, y se ordenó crear oficinas de crédito.
Las asociaciones del sector, las MFIN y Sa-Dhan, recibieron el reconocimiento como organizaciones autorreguladas (SRO, por las siglas en inglés) en 2014 y 2015, respectivamente. Crearon un código de conducta para las NBFC-IMF y comenzaron a garantizar que se cumplieran las directrices. Sin embargo, la responsabilidad principal para la ejecución de las mismas por parte del RBI recayó en las entidades de microcrédito individuales. Mientras tanto, las instituciones de autorregulación tenían la tarea de mantener informado al RBI sobre los avances de todo el sector, así como de realizar investigaciones y presentar informes trimestrales.
Durante las entrevistas y conversaciones por correo electrónico con Global Ground Media, los representantes de la MFIN y Sa-Dhan evitaron responsabilizar a las IMF de la crisis en Andhra Pradesh durante 2010, a pesar de la consiguiente acción reguladora del RBI.
MFIN
En una respuesta enviada por correo electrónico a Global Ground Media, el Director Ejecutivo de la MFIN, Harsh Shrivastava, afirmó que la industria de NBFC-IMF necesitaba crecer a la misma vez que asumía los préstamos responsables y la protección del cliente. Según Shrivastava, el mercado está subpenetrado en gran medida debido a la “profundidad crediticia actual” de las NBFC-IMF, la cual alcanza un 15 por ciento.
El profesor Alok Misra, presidente en el comité de organización autorreguladora de la MFIN, afirmó: “Las mayores infracciones voluntarias que requieran una acción seria son inexistentes”.
Sin embargo, el Informe de Finanzas Responsables de la India (2016), realizado por el mismo profesor, Misra de la MFIN, afirma que “los funcionarios del sector continúan presionando para obtener préstamos más elevados. A pesar de los controles que realizan las agencias de crédito, todavía se concede una gran cantidad de financiaciones múltiples”.
El informe también señalaba que “los informes realizados por la agencia de crédito contenían deficiencias graves sobre la autenticidad de los datos, y no proporcionaban una visión completa del endeudamiento que sufrían los prestatarios en algunos casos”.
De forma más reciente, el Informe de Financiación Inclusiva de la India (2018), recopilado por el profesor Misra y Ajay Tankha, un consultor de desarrollo, también hace hincapié en las preocupantes tendencias. El informe apunta a la venta forzosa al por menor de productos pertenecientes a terceros por parte de las IMF. Por otro lado, la MFIN cree que una “Directiva para productos de terceros” que no incluye medidas sancionadoras contra los infractores supone un grave problema.
Sa-Dhan
Pillarisetti Satish, Director Ejecutivo de Sa-Dhan, cuyos miembros son las NBFC-IMF y ONG pequeñas o medianas, aseguró que “las entidades afiliadas reciben formación sobre el código de conducta, se someten a auditorías para verificar el cumplimiento del mismo y están sujetas a un equipo de vigilancia. También existe un mecanismo de indemnización”.
Sa-Dhan intervino tras los informes sobre los suicidios causados como consecuencia de los microcréditos durante 2018 en el Distrito de Palakkad (Kerala). El New Indian Express informó, en su momento, sobre tres personas que se habían suicidado tras recibir préstamos de empresas especializadas en microcréditos, y después de ser presionados para pagar la deuda.
Ninguna IMF emprendió acciones tras los suicidios en Kerala. En lugar de eso, Satish declaró que Sa-Dhan “ofrecía asesoramiento” a los empleados de las NBFC-IMF en Palakkad sobre cómo tratar a los clientes endeudados, y abstenerse de tomar medidas represivas.
Satish dijo que Sa-Dhan detectó la presencia tanto de las IMF como de prestamistas en la zona. “No tomamos medidas específicas contra ninguna IMF, porque los préstamos individuales estaban dentro de los límites. Sin embargo, los deudores habían pedido créditos a muchas entidades. Por lo tanto, la IMF técnicamente no tiene la culpa”, afirmó. Más tarde, Satish admitió a Global Ground Media que las IMF deberían verificar si los clientes potenciales se ven atrapados en la deuda cuando consultan a las agencias de calificación crediticia.
El RBI asigna la responsabilidad de verificar los límites de los préstamos a las NBFC-IMF, y no al cliente. Las normas del Banco de Reserva de la India prohíben prestar a personas que tengan créditos con dos NBFC-IMF, y a los que ya tengan financiaciones con una cantidad de 100.000 rupias. Las reglas también requieren que las NBFC-IMF se adhieran a una agencia de crédito, con la cual tienen que comprobar y compartir las deudas y préstamos de sus propios clientes.
Conclusiones oficiales
Durante la desmonetización en noviembre de 2016, se acusó de nuevo a las NBFC-IMF por usar tácticas represivas durante la recuperación del préstamo. Tras las protestas de mujeres prestatarias y las quejas de la policía contra empresas de Nagpur y Amravati, el gobierno de Maharashtra formó un comité en abril de 2017 para investigar los préstamos sin garantía, concedidos por empresas de microcréditos en Vidarbha. Esta región se encuentra al este de Maharashtra, que abarca los departamentos de Nagpur y Amravati. El comité presentó su informe al gobierno en mayo de 2018.
El informe del comité, al que ha tenido acceso Global Ground Media, reconoce que, aunque las entidades de microcréditos desempeñan un papel crucial en la financiación de personas necesitadas con bajos recursos, existen numerosos ejemplos de mala praxis por parte de estas empresas. Por ejemplo, los préstamos múltiples para un mismo beneficiario. En uno de los casos, un prestatario se aprovechó de entre seis y ocho créditos simultáneos con varias instituciones de micropréstamos.
Algunas entidades NBFC-IMF obligaron a los deudores a aceptar préstamos para la compra de teléfonos móviles y televisores, y, además, las instituciones desembolsaron los préstamos sin evaluar la capacidad de reembolso por parte de los prestatarios.
La principal motivación de las NBFC-IMF, según el informe, era optimizar las ganancias mientras dejaban a un lado las capacidades de las mujeres rurales o el desarrollo de la industria en aldeas y casas de campo.
Mientras tanto, la tasa de interés de las NBFC-IFM está entre el 22 y el 26 por ciento, según lo que permite el RBI, y es más alta que el tipo medio de interés con un 9-10 por ciento en el sector bancario.
Los autores del informe solicitaron al RBI aumentar la vigilancia de las entidades de microcrédito, garantizar un cumplimiento efectivo de las recomendaciones del Comité Malegam en 2011, garantizar unas tasas de interés razonables de hasta el 20 por ciento, evitar desembolsos de préstamos múltiples a un mismo prestatario y ofrecer un seguro a los deudores.
En respuesta a las acusaciones del informe, el portavoz de una MFIN declaró a Global Ground Media que “el gobierno de Maharashtra… también dejó constancia del buen trabajo que realizaron las empresas de microcréditos, además de señalar las áreas donde existe una posibilidad de mejora”.
Sin embargo, los informes de los microcréditos y las conclusiones del comité del gobierno de Maharashtra han puesto de manifiesto la continua concesión excesiva de préstamos, las técnicas represivas para devolverlos y la falta de evaluación a la hora de investigar cuál es la solvencia de los clientes de cara a reembolsarlos.
Las evaluaciones demuestran que siguen existiendo problemas
Después de que la crisis de Andhra Pradesh en 2010 sacudiera el sector de los microcréditos, la MFIN y Sa-Dhan desarrollaron de forma conjunta un código de conducta para las NBFC-IMF durante 2011, y se basaron en el Código de Prácticas Justas del RBI. El Banco de Desarrollo para la Pequeña Empresa en la India (SIDBI, por las sigas en inglés), un importante prestamista para la NBFC-IMF, encargó una revisión externa a las agencias de calificación y evaluación. El objetivo era gestionar los Análisis del Código de Conducta (COCA, por las siglas en inglés) de las NBFC-IMB.
El profesor Alok Misra, presidente de la MFIN, consultó las infracciones del código de conducta por parte de las NBFC-IMF y declaró: “Cumplen todas las normas. El sector no solo está bien regulado, sino excesivamente regulado. En ninguna parte del mundo la responsabilidad y la regulación son prescriptivas, estrictas o se aplican de forma obligatoria como en los microcréditos de la India”.
En diciembre de 2011, Ramesh Arunachalam, que ha escrito varios libros sobre el microcrédito y ha trabajado profusamente en el sector, cuestionó la concesión de puntos en los COCA. Le preocupa que los reguladores comprueben si existe un código sobre el papel, en lugar de verificar si se cumplen de forma eficaz.
“El mero hecho de que se elaboren los COCA no significa que se garantice la implementación sobre el terreno. Las críticas del sector nunca se aceptan. Las partes interesadas, incluidos algunos inversores y prestamistas, quieren que las NBFC-IMF desembolsen enormes cantidades de dinero a los clientes. Las cifras están infladas, y el modelo de los brókers todavía predomina en las operaciones de las IMF”, afirmó Arunachalam. De hecho, aludió al reciente fracaso de las agencias de calificación crediticia al anticipar los millonarios incumplimientos por parte de las NBFC.
Según el RBI, las NBFC-IMF tienen que ser miembros de, al menos, un departamento de calificación crediticio. Las agencias de crédito consolidan los datos de los deudores de microcréditos, los cuales usan las NBFC-IMF para evaluar la actual exposición prestataria de un cliente y su solvencia. El RBI las ha criticado por su incapacidad para analizar adecuadamente el riesgo fiduciario.
En 2014, la consultora Microsave consolidó los COCA de 50 IMF. El informe resultante afirmaba que las entidades de microcrédito implementaron de forma correcta la orientación del personal sobre el código de conducta y sobre la transparencia e imparcialidad. Sin embargo, muchas IMF concedieron préstamos a clientes por cantidades superiores a los límites prescritos. Un pequeño porcentaje de las sociedades aceptó avales colaterales mediante la infracción de las normativas sobre créditos sin garantías.
Solo el 54 por ciento de las IMF asistieron a juntas en las que más de un tercio de los miembros eran independientes. Tanto el informe del comité Malegam del RBI en 2011, que se formó para investigar y hacer recomendaciones en el sector de microcréditos tras la crisis de Andhra Pradesh de 2010, como el modificado código de conducta que desarrollaron la MFIN y Sa-Dhan, estipulan la necesidad de contar con directores independientes en las juntas de NBFC-IMF. De hecho, el código de conducta modificado establece que las IMF deben procurar que un tercio de su junta directiva esté constituido por directores independientes.
Global Ground Media descubrió también algunas evaluaciones del código de conducta en las que se enumeran varios ejemplos de técnicas represivas, sobreendeudamiento e incluso el cobro del reembolso después de que el cónyuge hubiera fallecido.
Estos COCA recientes, creados desde 2016 hasta 2018 por las agencias de calificación y evaluación, muestran que muchas de las preocupaciones que existían con respecto a las IMF antes de la crisis de 2010 aún están justificadas.
- El COCA de Arohan 2016, creado por ICRA Management Consulting Services Limited, mostró que, en tres de los casos, las cuotas de los préstamos se cobraron a pesar de la muerte del cónyuge. El informe de Arohan sobre COCA en 2017, que llevó a cabo ICRA, señalaba que no se proporcionó la carta de sanción ni la copia del acuerdo del préstamo a los deudores.
- El COCA de Uttrayan 2016, administrado por Access Assist, observó que la junta recomendaba tácticas de persuasión y presión sobre los grupos y miembros morosos. El COCA 2016 de GDFPL, realizado por M2i Consulting, solicitaba evitar que los agentes no autorizados buscaran clientes.
- El COCA 2017 de CARE, gestionado por SV Creditline, descubrió casos en los que los ingresos de los prestatarios eran superiores a los límites estipulados.
- El COCA de Annapurna Microfinance 2017, realizado por ICRA, afirmó que se concedieron préstamos a deudores que tenían niveles de endeudamiento mayores a los permitidos.
- En marzo de 2017, Prayas no contaba con políticas sobre el cumplimiento del código de conducta, de acuerdo con el COCA que realizó la CARE.
- El informe de 2015 Nightingale Finvest Private Limited , que llevó a cabo M2i Consulting, manifestó un escaso conocimiento de las tasas de interés entre los clientes.
Los COCA de varias IMF también declararon que carecían de mecanismos satisfactorios para indemnizar a los clientes.
- Por ejemplo, aunque el COCA de Arohan 2017 afirmaba contar con un sistema de indemnización bastante estructurado, el conocimiento del prestatario sobre dicho mecanismo era bajo.
- De manera similar, el COCA de Annapurna 2017 demostró que los niveles de conocimiento de los clientes sobre el sistema de indemnización por parte de las asociaciones del sector eran bajos.
- El COCA 2015 de Chanura, realizado por M2i Consulting, señalaba que, si bien disponía de un comité de indemnizaciones, no existía ningún sistema para recoger las opiniones de los clientes acerca de los empleados de la sucursal.
- El COCA 2016 de GDFPL reveló que no disponía de procedimientos específicos para resolver las demandas.
En total se completaron 100 evaluaciones de COCA en 2016, mientras que de 2016 a 2017 se realizaron labores de COCA en 37 entidades IMF.
Además de los informes del sector y de los comités gubernamentales, las evaluaciones recientes del código de conducta también mencionan los problemas que prevalecen mucho después de la crisis de 2010, la cual debió haber provocado un cambio.
Aparecen conflictos de intereses entre los reguladores de microcréditos
Han surgido dudas sobre la independencia de las entidades autorreguladas (SRO), la Red de Instituciones de microcréditos (MFIN) y Sa-Dhan.
Los problemas con la gestión de la red MFIN, el principal organismo de autorregulación de las IMFs, se han visto señalados en informes redactados nada menos que por personas de la directiva de MFIN. El caso en cuestión está en el Informe de Responsabilidad Financiera de India 2016, redactado por el profesor Alok Misra, presidente del comité de la organización autorreguladora de MFIN y miembro independiente de la junta. Misra afirma que “sería prudente disponer de un cortafuegos más estricto entre [la organización autorreguladora] y las actividades de promoción, y al mismo tiempo reducir la dependencia de los fondos miembros para el trabajo [de la organización autorreguladora]” .
La transparencia de MFIN es algo que preocupa, ya que la organización no comparte públicamente los informes críticos de las investigaciones sobre el terreno, ni los datos de las agencias de crédito ni las evaluaciones de terceros de las IMFs, como se menciona en el Informe de Responsabilidad Financiera de India 2016. Según el informe, esto puede ocurrir porque MFIN obtiene fondos de IMFs miembros, lo cual limita su divulgación. “La financiación de la [autorregulación] a través de fondos públicos garantizará además un aumento de la difusión pública, ya que actualmente es una organización basada en sus afiliados. Los aspectos críticos de su funcionamiento, como los informes de investigaciones sobre el terreno, o los datos [de las agencias de crédito], etc., no se divulgan, lo cual reduce la transparencia en su funcionamiento “.
El profesor Misra señaló que la mayoría de los miembros de la junta de MFIN deberían ser independientes, y los criterios de independencia deberían “excluir a las personas que presten servicios directos a los miembros de las IMFs, como las subvenciones”.
Puerta giratoria
Ramesh Arunachalam, autor de varios libros sobre microfinanciación, y que ha resaltado profusamente el conflicto de intereses en los microcréditos, dice: “La buena gestión requiere la identificación y mitigación de los conflictos de intereses, cosa que no ha ocurrido en el sector de los microcréditos”.
“La autorregulación es un oxímoron, y tener como organismos cuasi-reguladores a las asociaciones del sector tiene mucho peligro”, agrega.
MFIN tiene 12 miembros en la junta directiva, ocho de los cuales son miembros de las IMFs. Los cuatro miembros restantes son los supuestos “miembros independientes de la junta”.
Entre los miembros independientes de la junta, Navin Kumar Maini es un subdirector gerente jubilado del SIDBI. Fue director no ejecutivo de MUDRA, una institución financiera que presta a las IMFs desde agosto de 2015 hasta febrero de 2018, cuando ya había sido nombrado miembro independiente de la junta directiva de MFIN en 2014. Desh Raj Dogra es exdirector gerente y CEO de CARE Ratings.
El profesor Alok Misra, además, está designado como miembro independiente de la junta. Misra fue anteriormente el CEO de una agencia de calificación de microcréditos (M-CRIL) y asistente del gerente general de NABARD (Banco Nacional de Agricultura y Desarrollo Rural), que presta dinero a las entidades de microcréditos. Al ser preguntado por Global Ground Media sobre su designación como miembro independiente de la junta de MFIN, Alok Misra declinó hacer comentarios.
La Dra. Aruna (Limaye) Sharma, funcionaria jubilada de los Servicios Administrativos de India, es el único miembro independiente de la junta que no ha trabajado anteriormente en entidades proveedoras de servicios directos a los miembros de MFIN.
Al aumentar la inquietud sobre la directiva de MFIN, Arunchalam expresó su opinión en una entrevista con Global Ground Media: “SIDBI y MUDRA son importantes prestamistas para el sector de microcréditos. CARE Ratings y M-CRIL realizan calificaciones de terceros y evaluaciones del código de conducta. ¿Cómo pueden los ex empleados ser miembros independientes de la junta de una organización autorreguladora, cuando ya han trabajado para entidades que sacan provecho del negocio de los microcréditos? Bajo ninguna circunstancia se puede decir que la junta de MFIN sea un ejemplo de buen gobierno “.
Arunchalam propuso que los miembros de la junta sólo podrían funcionar de forma independiente si existiera un lapso de tiempo suficiente entre su afiliación previa a la industria de microcréditos y su posición actual como miembro independiente de la junta de una organización autorregulada.
Un examen de los antecedentes laborales de los miembros independientes de la junta – Navin Kumar Maini, Desh Raj Dogra y Alok Misra – demostró que se habían afiliado a MFIN aproximadamente cuando apenas había pasado un año, o menos, después de dejar sus anteriores trabajos en microcréditos, como se ha señalado anteriormente. La Dra. Aruna (Limaye) Sharma fue nombrada miembro independiente de la junta por MFIN seis meses después de jubilarse del cargo de Secretaria del Ministerio de Acero, en agosto de 2018.
“Si alguna vez hay un conflicto de intereses con un miembro de MFIN, nuestros directores independientes se ajustan a los más altos estándares de la gestión corporativa y se autoexcluyen de cualquier debate”, afirmó un portavoz de MFIN por correo electrónico.
Miembros rectores y representantes
Además de las afiliaciones con diferentes compañías del sector de los microcréditos, también aparecen conflictos de intereses directos cuando los miembros independientes de la junta representan simultáneamente a las organizaciones miembros. Al menos dos miembros independientes de la junta directiva de MFIN ocupan todavía cargos directivos en organizaciones que son miembros de MFIN.
Desh Raj Dogra figura como director independiente en los comités de Asirvad Microfinance Limited y M Power Microfinance, ambos miembros de MFIN. El miembro independiente de la junta, Alok Misra, es además director independiente en la junta de Vaya Finserv, miembro de MFIN.
Un portavoz de MFIN declaró: “Los directores independientes tienen que revelar si están en la junta de algún miembro de MFIN, como ocurrió con Desh Raj Dogra en los casos de M Power y Asirvad”. Misra entró a formar parte recientemente de Vaya Finserv y lo reveló a la secretaría de MFIN, según declaró un portavoz.
Los estatutos de MFIN DE 2018 establecen que “los representantes de los socios [no miembros] son elegibles para ser nombrados como miembros independientes”. El término “socios” se refiere a los no afiliados que participan en actividades relacionadas con los microcréditos y financiación inclusiva, y tienen estatus de asociados con MFIN, pero no son entidades NBFC-MFI. Los estatutos no establecen que los representantes de las organizaciones miembros sean elegibles bajo la condición de revelar necesariamente su afiliación.
Un portavoz de MFIN afirma que los miembros independientes de la junta son elegidos por su capacidad de impulsar los conocimientos y la experiencia de la asociación. “Los microcréditos, como negocio, no funcionan de forma aislada. MFIN y sus miembros trabajan en estrecha colaboración con múltiples partes interesadas “, dijo el portavoz.
A través de un correo electrónico, el portavoz aseguró además que los directores independientes juegan un papel importante en la gobernanza de MFIN. Un director independiente preside el comité de nombramientos y remuneraciones, que revisa el rendimiento de los altos directivos, evalúa la productividad del CEO y recomienda nuevos directores independientes al directorio, al comité de organización autorreguladora y al comité ejecutivo. Los comités de finanzas, auditoría y SRO de MFIN también están presididos por directores independientes.
Dos de los cuatro miembros de la junta independiente de MFIN, Dogra y Misra, realizan estas funciones cuando, al mismo tiempo, están afiliados a organizaciones miembros.
Organizaciones diferentes, prácticas similares
La otra organización autorregulada, Sa-Dhan, tiene actualmente 11 miembros en su junta directiva, de los cuales ocho pertenecen a instituciones miembros de Sa-Dhan. Otros tres son miembros independientes, de los cuales Brij Mohan fue exdirector ejecutivo de SIDBI, y Madhukar Umarji fue director ejecutivo del RBI, empleos que abandonaron en la década de 2000. Un tercer director independiente es Rajashree Baruah, director general en jefe de NABARD.
El miembro independiente de la junta Brij Mohan es, además, presidente y director independiente de la junta de Ananya Finance for Inclusive Growth, y director independiente de Maanaveeya Development and Finance. Ambas organizaciones son miembros de Sa-Dhan. Mohan es también director independiente de la agencia de calificación M-CRIL.
Pillarisetti Satish, Director Ejecutivo de Sa-Dhan, al ser preguntado sobre las afiliaciones de Brij Mohan, dijo en un correo electrónico: “Brij Mohan no es empleado a tiempo completo de ninguna institución. Es un director independiente / miembro independiente de la junta [de esas instituciones]. Todas las instituciones con las que está asociado trabajan para un objetivo más amplio, las finanzas inclusivas en el país, por lo cual no hay ningún conflicto en su contribución a estas instituciones como director independiente / miembro independiente de la junta ”.
Satish no respondió a las repetidas preguntas sobre la posición de Baruah en NABARD.
El Director Ejecutivo Satish fue gerente general en jefe de NABARD. El Director Ejecutivo no tiene ningún puesto en la dirección de Sa-Dhan.
Arunachalam dijo sobre la Junta de Sa-Dhan: “La Junta de Sa-Dhan no es perfecta. Sin embargo, el hecho de que tengan un representante del regulador RBI es una señal de más neutralidad ”.
Arunachalam añadió que el RBI es consciente de la frágil gobernanza en el sector, pero que el propio RBI está sufriendo una crisis de credibilidad. “¿El RBI ratifica la veracidad de los informes presentados por las organizaciones autorreguladas?”, se pregunta Arunachalam . En los últimos años, el RBI se ha visto cuestionado por su laxa supervisión, su falta de transparencia y la ausencia de verificaciones sobre préstamos dudosos. El RBI no respondió a las reiteradas peticiones de comentarios de Global Ground Media.
En la causa de la Comisión Central de Información contra el RBI por no proporcionar los nombres de los morosos, el RBI afirmó que no podía proporcionar los nombres debido a la “confidencialidad entre los clientes y el RBI”, y que la información solicitada no sólo pertenecería a los morosos intencionales sino también a los deudores que pasan por dificultades económicas. La causa está pendiente en el Tribunal Superior de Bombay.
La fiebre de los objetivos
Si la gestión de los microcréditos causa preocupación, las realidades sobre el terreno no son menos alarmantes.
Moin Qazi, que ha trabajado con bancos y compañías de microcréditos y ha pasado cuatro décadas en el sector del desarrollo, añade sobre el sector de microcréditos en general: “Las cosas van muy mal sobre el terreno. Los agentes de préstamos deberían asesorar adecuadamente a los prestatarios, pero tienen unos objetivos enormes que alcanzar. La obligada diligencia se descuida en el proceso. ¿Las IMFs están sirviendo a los pobres, o sacando provecho de los pobres?”
A medida que las IMFs amplían su cartera de préstamos, los agentes de crédito afrontan presiones para conseguir más clientes y garantizar el reembolso del préstamo. El Informe de Financiación Inclusiva de India 2018 señala que aún no se han abordado plenamente por parte las IMFs las inquietudes de los agentes de crédito sobre el aumento de la carga de trabajo, en términos de la cantidad de clientes y del volumen de la cartera que manejan.
Amulya Krishna Champatiray, que trabaja en inclusión financiera y dirige la formación y los talleres en IFMR Lead – organización de investigación que trabaja en los microcréditos -, afirma que las IMFs han ido aprendiendo de cada crisis, pero que les queda un largo camino por recorrer en lo que se refiere a los clientes.
A pesar de que los defensores de los microcréditos intentan presentar la imagen de que todo va bien, un examen más detenido sobre el sector y sus reguladores indica que, mientras algunas IMFs intentan atender financieramente a los pobres, persisten las señales de advertencia. Los conflictos que provocaron la crisis de Andhra Pradesh en 2010 continúan causando problemas en el sector.
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Article by Urvashi Sarkar.
Editing by Mike Tatarski and Anrike Visser.
Research by Peter Allen Clark.
Illustrations by Imad Gebrayel.
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